Este alumno es capaz de hacer cualquier cosa con tal de ser admitido en la academia de arte dramático. Al ver que la prueba de acceso no estaba siendo del todo satisfactoria, decide ponerse «manos a la obra» para intentar convencer al examinador de que vale para eso y mucho más. Al final, y después de dejarse penetrar repetidas veces, logra acceder y con una beca.